6 verdades sobre el exorcismo y los exorcistas.

6 verdades sobre el exorcismo y los exorcistas:

1. Los exorcistas no son super héroes, ni tienen super poderes


El exorcista no tiene ningún poder sobre el demonio, el poder lo tiene Dios. Mediante el rito que realiza el sacerdote, con el poder de Cristo, se expulsa al demonio. Los sacerdotes no hacen más que seguir el mandato dado por Jesús a sus discípulos: «Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia»

2. No todos los sacerdotes están autorizados a realizar exorcismos


En los exorcismos simples o menores, también llamados oraciones de liberación, se invoca al Espíritu Santo, pidiendo la liberación de las personas de la influencia de Satanás, como se hace en el bautismo, por ejemplo, donde el rito contempla una oración de exorcismo. Este tipo de exorcismos puede realizarlo cualquier sacerdote. Sin embargo, en el caso de los exorcismos solemnes o mayores, el Código de Derecho Canónico establece que éstos solo pueden «ser realizados por un obispo o sacerdote “piadoso, docto, prudente y con integridad de vida”, que cuente con una licencia particular y expresa de un obispo», quien puede otorgar al sacerdote un permiso para cada caso, o hacerlo, formalmente, con la venia de la Santa Sede. Aquellos que reciban este ministerio, además, deben tomar cursos de formación que se imparten en instituciones de la Santa Sede.
Los laicos no pueden realizar exorcismos, pero pueden acompañar a los sacerdotes durante los mismos, si éstos lo consideran oportuno, y también pueden prepararse para el ministerio de la liberación, bajo la dirección de un sacerdote.

3. El exorcismo es un sacramental, no un sacramento


Según el Catecismo de la Iglesia Católica los sacramentales son los «signos sagrados instituidos por la Iglesia, cuyo fin es preparar a los hombres para recibir el fruto de los sacramentos y santificar las diversas circunstancias de la vida» dentro de los cuales se encuentran los exorcismos, junto con las bendiciones y las consagraciones como los más importantes.

4. No todos los casos que parecen posesiones lo son


Los exorcistas, mediante un examen cuidadoso y de extrema prudencia, deben distinguir entre la verdadera posesión diabólica y los males psiquiátricos, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica, aunque pueden darse ambos a la vez. Por tanto, según el Catecismo  «es importante, asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de la presencia del Maligno y no de una enfermedad»

5. Los exorcismos reales tienen poco o nada que ver con los que nos muestran las películas de Hollywood



Diversos exorcistas popularmente reconocidos aseguran que la mayoría de las personas creen que en un rito de exorcismo el demonio saldrá volando por una ventana o que todo poseso actúa como puede verse en la película “El exorcista.” El demonio, al ser un ser superior, tiene la capacidad de hacer todo aquello que podamos imaginar, pero, generalmente, los posesos no actúan como estamos acostumbrados a ver en el cine. Incluso existen casos que pueden durar años, hasta que una persona quede totalmente librada del demonio.

6. Aunque la persona se encuentre poseída, puede estar en gracia de Dios


La razón y la voluntad de las personas posesas actúan independientemente de lo que ocurre con ellas en los procesos de exorcismos. Dependiendo del caso, habrá ocasiones en las que éstas puedan acercarse a los sacramentos o no, pero en un exorcismo lo que se intenta hacer es expulsar a Satanás del cuerpo de la persona, y no de su alma que puede permanecer en gracia.

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